sábado, 5 de mayo de 2012

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BALONCESTO CON... ¡ALEGRÍA!

O TE HACES CREYENTE... O LO ASUMES CON... ¡ALEGRIA!

Por Franco Pinotti

Con lo que está cayendo en el país, o te haces creyente y esperas que algún dios arregle esto porque, por lo visto, ningún humano - y mucho menos los políticos o los que dicen llamarse tales - es capaz de encontrar una solución mínimamente decente, o lo asumes con....¡alegría! como hace el inefable Presidente de la FEB que se toma unos días de asueto en Brasil, suponemos a cargo de la FIBA, para presenciar un emocionante sorteo de los grupos olímpicos.
 
Mientras tanto el baloncesto, al igual que el país, sigue su curso tambaleante entre la venta de humo de unos y la aparente inoperancia de otros.
Sigue siendo efectiva la táctica del “tirar la piedra y esconder la mano”. Lo hemos podido comprobar en el “caso Ponsarnau” que ha desatado comentarios apocalípticos como el de unos “fenómenos” de un periódico deportivo que han llegado a titular “ La ACB juega con el futuro de España”.
 
Por suerte, el día 1 de mayo – día de los trabajadores ( el próximo año será el día de los trabajadores en paro, porque de trabajo queda cada vez menos) – no pude apreciar ninguna pancarta alusiva al “futuro de España” en la que estuviese comprometida la ACB (por cierto, es la Asociación de Clubs de Baloncesto, por si a alguien se le ha olvidado)  y así la ansiedad que me envolvía se ha ido disipando y simplemente me tendré que preocupar que los Rajoy, Merkel y compañías intenten desarreglar el lío que están montando con su obsesiva protección de los que ellos llaman “mercados” y que en realidad son una banda de “chorizos especuladores” que se quieren forrar a cargo del personal,  que somos la gran mayoría de nosotros.
 
Me doy cuenta que me estoy desviando y tendré que refugiarme en mi “azotea” particular – sección que próximamente vamos a inaugurar – para seguir comentando lo que no sea  baloncesto y volvamos a lo dicho: el futuro de España (¡¡¡sic!!!!).
En este caso, hubiese sido tan simple resolver el problema con una simple llamada de Presidente a Director General, visto que ahora el otro Presidente ha caído en desgracia, y arreglar el tema como harían las personas normales: hablando.
 
Pero...¡no! Lo normal no existe para el “rey del twitter”. Eso de pedir las cosas con cierta elegancia....¿de qué va? Con su absoluto control de la información, o mejor dicho de la desinformación, no necesita portarse con los que no le interesan, y por lo tanto corta por lo sano pasando de normas y señalando a dedo lo que le interesa.
En la ocasión ¿Ponsarnau? Que así sea y los demás que se joroben, y si levantan la voz....pues le desato una campaña de prensa (amiga) para desestabilizar y resuelto el problema....con ¡alegría!
Uno siempre tiene la esperanza de escuchar la parte contraria, y alguna respuesta lógica y contundente, y sólo percibe frases como “la normativa....” y etc. etc., algo similar a aquel famoso diálogo de los hermanos Marx sobre “la parte contratante de la parte contratada.....”
 
Es un caso más de la desidia informativa que nos obliga a contemplar siempre una versión sesgada de la realidad sin que existan versiones con peso por el otro lado. Se trata de encajar constantemente, ¿hasta cuando?
 
Cambiando de tema, me sabe mal la lesión de Derrick Rose, mi jugador preferido de la actual NBA, además un buen chico y un formidable atleta. Con su baja es evidente que los Bulls pierden gran parte del potencial ganador – se ha visto claramente en el segundo partido de playoff contra los Sixers – y la Selección Olímpica USA pierde un referente importante, porque al contrario que muchos otros jugadores de su nivel – empezando por Kobe Bryant, el egoísta número 1 del mundo del basket – es un tipo que sabe jugar para el equipo sin renunciar a su talento individual.
 
En la mejor liga del mundo también hay su lado oscuro. El exceso de lesiones graves como son las de rodilla hacen reflexionar hasta que punto el estrés provocado por la acumulación de partidos y viajes incide en el tema.
Al comisionado Stern le ha faltado tiempo – como aquí ¡vaya! - para dar su opinión interesada al respecto. El hecho que los médicos consultados digan que no depende de la acumulación de partidos es una versión creíble para los que se lo tragan todo.
 
Está claro que algunas lesiones son producto de la mala suerte pero es evidente también que el cuerpo humano tiene unos límites y cuando se juega con ellos lo más probable es que suceda una desgracia, menor en el caso de las rodillas – dentro de la gravedad que ello supone – y mayor como le ha pasado al pobre nadador noruego Dale Oen.
 
La lectura que hago es que al deportista de élite se le pide cada vez mayores prestaciones y aun si los controles médicos han mejorado un montón todavía quedan muchos lados débiles por aclarar.
Esto choca con la exigencia de los directivos de turno que cargan los calendarios simplemente en función de sus intereses, que en muchas ocasiones no son deportivos, y por las exigencias mediáticas que únicamente piden competición perdiendo de vista que la dosificación del esfuerzo en un deportista de alto nivel es el primer objetivo a alcanzar para conseguir un elevado rendimiento sin “masacrar” el propio cuerpo.
 
Pero esta sociedad que se dice integradora no admite los “débiles” y si se rompe alguno, o en el peor de los casos, se muere, siempre habrá alguien que le sustituya. La lágrima fugaz y el olvido son una buena terapia para los irresponsables.
 
Dentro de esta nota de pesimismo no hay que olvidar que el mundo sigue y que entre todos debemos hacer un esfuerzo para que las cosas sean mejorables aunque parezca que el “deporte favorito” de mucha gente es echarle zancadillas a los demás sin escrúpulos y buscando cualquier justificación para.....¡justificar!... determinadas decisiones.
 
Recientemente en mi piel he probado un caso similar lo que me lleva a pensar que, por desgracia, el mundo sigue en manos de los mediocres, sea el nivel que sea.
Y lo podemos comprobar cada día siguiendo la información diaria: por uno que vale hay 100 (es una cifra aleatoria) que no valen pero que cuentan porque tienen más influencia.
Así es la vida y hay que tomárselo con un margen de...¡alegría!...incluso en el mundo del baloncesto.  
 
"Good, better, best. Never let it rest. Until your good is better and your better is best."
Tim Duncan
 
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