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Tenemos que aprender interiorismo. Por Trifón Poch

 

Hay diferentes maneras de abordar la decoración del salón de casa. Puedes optar por cambiar todos los muebles a la vez y dar un look completamente nuevo. Otra posibilidad es cambiar sólo el televisor y poner uno de 50 pulgadas, aunque se vea bien el que tienes y los muebles estén hechos un asco. También se puede ir incorporando progresivamente algunos detalles que vayan dotando a esa parte de tu casa de la personalidad que realmente buscas: ahora un cuadro que ha pintado un amigo, luego una estantería nueva de diseño sueco, después una mesa de centro encontrada en un anticuario o esa lámpara que da una luz indirecta que añade un toque  especial al rincón de lectura. Otro camino es cambiar sólo la distribución y poner el sofá en la otra pared, también la tele y pasar la mesa grande al otro lado. Los hay amantes del reciclaje o de tener mejores ideas que nadie y convierten una estantería en una mesa para la macro pantalla de plasma.

Construir y gestionar después un equipo puede ser algo parecido.

Nemanja Bjelica y Novica Velickovic son dos jugadores que han destacado en los playoffs de esta temporada para sorpresa de muchos. El joven ala-pivot baskonista ha mostrado parte del baloncesto que apunta. Un gran talento, con ese físico privilegiado que en ocasiones se hace difícil de ubicar (si se mantiene la duda respecto a si es un alero o es un pivot), ha jugado con más determinación, aparentemente con mucha más confianza en sus capacidades, temible a la hora de rebotear y bajar el balón como un pequeño, muy buenas continuaciones abierto (40% en triples),… Por el lado del equipo blanco, la lesión de Mirotic ha abierto a su compañero un espacio que ha doblado su media de minutos en relación a lo que había jugado desde la jornada 18, fecha en que empezó a jugar con cierta continuidad. En ese tiempo casi ha triplicado sus puntos y se ha convertido en un pilar del ataque madridista desde que acabó la liga regular.

Hay veces que es mejor no querer tener la idea del siglo y lo correcto es dejar que los jugadores evolucionen hacia el juego que tienen dentro y no hacia el que los entrenadores pensamos que podrían o deberían tener. Del mismo modo que Xavi Pascual ha hecho con Navarro y Pablo Laso con Sergio Rodriguez, hay que aceptar a los jugadores como son y poner las condiciones para que puedan desplegar en la pista todas sus habilidades. Por supuesto esto no quiere decir que se deba renunciar a intentar mejorarles o a ser exigentes hacia su trabajo en el equipo. No se trata de que hagan lo que les de la gana. Solo hay que guiarles y ofrecerles la confianza que les permita sacar todo el baloncesto que tienen dentro. Bjelica ha enseñado en sus últimos partidos muchos y buenos detalles, como cuando jugaba de base hace algunos años en el Estrella Roja. Velickovic, ha aprovechado la oportunidad que le ha surgido, llenando esos 26 minutos de media de buenas acciones para su equipo, recordando al jugador que le llevó a Madrid.

No podemos cambiar un mueble de lugar cada mes, hay que dejarlo respirar en su sitio, ni poner la cajonera que teníamos en el salón en la cocina. Puede que en sus cajones quepan las sartenes y algunas bandejas de horno, pero ese mueble estaba hecho  para las mantelerías y los cubiertos buenos, junto a la mecedora de la abuela.