jueves, 10 de noviembre de 2011

A continuación os dejamos la siguiente carta que hemos recibido.

Hola a todos/as aquí os dejo la reflexión de mi primo y suscribo su opinión pero añado un matiz. Cuando habla de polideportivo debemos entender el espacio o instalación deportiva con su campo de fútbol, su pista de atletismo, su pista de f sala o basket descubierta y todo el material y equipamiento necesario y digno de una localidad que quiere hacer deporte. Además de un programa de captación de deportistas que debe nacer en colegios, institutos e instituciones y asociaciones deportivas. En donde se hable a los habitantes de la localidad de las bondades de hacer deporte.

En FERNAN NUÑEZ hay muchos profesionales del deporte y la actividad física a los que seguro que les encantaría asesorar a órganos de gobierno a la hora de crear un proyecto deportivo en coordinación con el técnico de deportes y concejalía.

Saludos: MIKEL ROLDAN

Asunto: POLIDEPORTIVO DE FERNAN NUÑEZ

Aquí os envío una reflexión que se me ha ocurrido escribir este pasado fin de semana con la intención de molestar lo más posible. La estoy enviando a todos los periódicos y publicaciones de ámbito deportivo que se me ocurren y con suerte alguno la publicara. Si no fuera así y te parece oportuno ayudar a que llegue a la mayor cantidad de gente posible, difúndela a través de tu correo.

GRACIAS. UN SALUDO

“TENEMOS LO QUE REALMENTE NOS MERECEMOS”

Hace ya algunos meses todos fuimos testigos a través de los diferentes medios de comunicación de uno de tantos episodios, como otros que seguramente todos conoceremos, en donde Joan Puigcercos, reputado político catalán de ERC, nos obsequió a los andaluces con unas afirmaciones en donde nos muestra el gran aprecio que tiene por nuestra tierra, nuestras gentes y el buen conocimiento del ser y del sentir andaluz. Venía este buen hombre a decir (hablando en términos de financiación autonómica, impuestos… como buen catalán que es) que “en Andalucía no paga ni Dios”. Y este no es el primero ni será posiblemente el último que nos quiera retratar de esta manera, como un país de vagos, en donde nadie trabaja, todo el mundo trapichea y la mayor parte del tiempo lo dedicamos a la “juerga”, el folklore, los toros y las castañuelas, simplemente es el primero que he recordado, pero desgraciadamente son tantos…

Y por supuesto, no es verdad. Algunos estamos ya cansados del tópico del andaluz gracioso que ya solo su acento provoca sonrisas y del que todos esperan oír los mejores chistes del momento, ya está bien de falsos tópicos que molestan cuando no hacen daño a una mayoría de gentes que, ya desde la antigüedad hasta nuestros días, se han levantado cada mañana y han desempeñado de una manera honesta y entregada una labor para la que están sobradamente cualificados, tanto gente anónima como gente conocida por todos entre los que encontraríamos innumerables ejemplos en todos los ámbitos de la vida y del conocimiento desde la ciencia, las letras o la comunicación hasta el deporte, el arte o el espectáculo.

Nosotros, ANDALUCES, no debemos renunciar a nuestras raíces, costumbres y sensibilidades, pero deberíamos combatir esos falsos mitos y no dar pie a que se perpetúen porque no nos hacen justicia. No al menos a una mayoría, porque también de justicia es reconocer que aquí, como en tantos otros lugares, hay vagos, pícaros, oportunistas, aprovechados y gente que, en general, no hace sino alimentar el tópico.

Y yo pregunto: ¿Quién debería librar esta cruzada? Y yo pienso: ¡Pues todos, cada andaluz! Y vuelvo a preguntar: ¿Quién debería liderarnos en esta defensa de lo nuestro, de lo andaluz? Y vuelvo a pensar: ¡Pues deberían ser nuestros representantes legítimos!, ¿quién si no?, para ello los hemos elegido, para que luchen por nuestros intereses, los defiendan y nos proporcionen no más, pero tampoco menos cotas de bienestar que al resto de ciudadanos de nuestro entorno, tanto a nivel local, autonómico, nacional, europeo e incluso mundial. Así pues, señores políticos en general, “arremánguense” porque toca trabajar, porque hay carencias cuya solución el pueblo ya no puede aplazar más. Digo pueblo y se podría entender en general el pueblo andaluz, pero ahora me quiero referir en concreto a un pueblo andaluz: Fernán Núñez. Y concretando aun más quiero aludir a las carencias que esta localidad muestra al respecto de sus infraestructuras deportivas.

Si volvemos la vista atrás veremos a un pueblo de Fernán Núñez que era la envidia de toda la provincia de Córdoba porque era de los pocos lugares en donde se podía disfrutar del fútbol en un campo de césped natural. Para los que pudimos conocer esa sensación era una gozada ver y sobre todo jugar al fútbol sobre esta superficie. Pasó el tiempo y ciertamente no fueron pocas las dificultades para mantener el campo de fútbol en buenas condiciones de uso, era costoso, soportaba una gran carga de entrenamientos… y tenerlo a punto era cada vez más complicado. Pasó más tiempo y el deterioro era cada vez más evidente hasta el punto que se decidió eliminar el césped porque ya resultaba incluso peligroso para la integridad física de los jugadores. La alternativa al césped fue el albero, una solución un tanto anacrónica ya que son multitud los campos de fútbol de toda la provincia que se estaban tapizado con las sucesivas generaciones, cada vez más perfectas, de la moqueta de césped artificial. Fernán Núñez dio un paso atrás y se quedó a la cola del mundo en infraestructuras deportivas y no es exagerado en absoluto, no hay más que ver las instalaciones que disponemos a día de hoy para entrenar, son tercermundistas. Hace pocos días hubo un equipo que ante la imposibilidad de entrenar en dichas instalaciones por la lluvia caída horas antes decidió trasladar sus éntrenos al lugar más céntrico de la localidad, el Paseo de Sta. Marina, como llamada de atención sobre la situación actual.

Pero los políticos de la corporación municipal actual ya saben de la necesidad que hay, nos han informado de las incontables gestiones que se han hecho al respecto y que se siguen haciendo. Todas ellas infructuosas hasta el momento. Parece ser que la responsabilidad es de la Administración Autonómica que tiene que firmar un convenio de cofinanciación con nuestro Ayuntamiento y que todavía no han tenido a bien llevar a término. Seguramente, como casi siempre, estaremos esperando a que pasen estas próximas elecciones generales (o autonómicas o las que sean…) para tomar una decisión al respecto de si conviene o no firmar ese convenio en función de los intereses partidistas, cuando no son de promoción personal de tal o cual político oportunista que pasa por un cargo o carguillo de cierta relevancia.

Y entre tanto los niños de Fernán Núñez seguirán entrenando (o al menos intentándolo) entre el barro, los charcos y los socavones que de vez en cuando la meteorología nos quiera regalar, pero lo harán con agrado y con ilusión, en la confianza de que nuestros gestores más cercanos, desde los del propio club hasta los de la Junta de Andalucía pasando por los de nuestro Excelentísimo Ayuntamiento, no desfallecerán y llevarán a cabo todos los esfuerzos necesarios para finalmente ponernos en el sitio que nos corresponde, que no es delante de nadie, pero tampoco detrás.

Por último, no quiero eludir ni mucho menos la responsabilidad que a mi me toca como padre de uno de esos niños o como simple ciudadano de mi pueblo y quiero hacer un llamamiento a tantos interesados que pueda haber como yo en que nuestro pueblo salga del letargo o del ostracismo en el que estamos sumidos desde hace tiempo: por favor, reclamemos lo que es nuestro, lo que nos corresponde o nos pertenece. Lo que no hagamos, nadie vendrá a hacerlo por nosotros. Hagamos ruido, no nos conformemos. Como se ha dicho siempre, está visto que aquí “quien no llora no mama” y si no hacemos presión contra los inquilinos de las distintas Administraciones del Estado no podemos simplemente confiar en que ellos satisfagan nuestras necesidades y nos presten los servicios para los que, paradójicamente, están ahí y han sido elegidos. Nosotros, los ciudadanos de a pie, no somos tampoco ajenos a toda responsabilidad, es muy fácil hacer la crítica al político de turno y decir que son todos unos inútiles y unos vividores, pero hagamos un esfuerzo de participación e impliquémonos con aquellas causas que nos merecen la pena: nuestros hijos, su formación, sus tiempos de ocio, su deporte… Si no nos mojamos y dejamos una vez más que las cosas evolucionen a su antojo o al antojo del “iluminado” o del “aprovechado” del momento, luego no tendremos derecho a crítica, con lo cual, finalmente habrá que convenir que efectivamente “tenemos lo que realmente nos merecemos”.

…by JARH

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