Una realidad irrevocable: el vídeo
Por Mario Fernández
    Hoy
 me gustaría tratar un tema tal vez desconocido para los ojos del gran 
público pero algo a lo que los deportistas
    profesionales están sumamente familiarizados. Me refiero a las 
sesiones de video, imágenes fieles a la realidad del juego y, en 
ocasiones, crueles para la percepción del jugador. Y es que el
    video no engaña, viste ni disimula. Traduce en imágenes cualquier 
detalle que por la propia rapidez del juego se haya podido pasar por 
alto. 
    Si
 me permitís, os explicaré muy por encima la rutina de cómo son estas 
sesiones. No porque no quiera entrar en
    detalle sino porque cada entrenador tiene su metodología de trabajo y
 puede variar mucho según la utilización de ésta. De todas formas, por 
norma general antes y después de cada partido hay
    sesión de video. En el previo se suele ver un montaje del rival 
contra el que jugarás, sus sistemas ofensivos más frecuentes, qué marca 
usan para denominarlos (palma, puño, pulgar, etc.) así como
    las variantes defensivas que suelen utilizar y las características 
de todos sus jugadores detallados individualmente. Una vez se ha jugado,
 en el video post partido se analizan errores y aciertos
    colectivos e individuales. Sesiones éstas un tanto desagradables 
para los jugadores ya que en la mayoría de las ocasiones el video no 
deja lugar a dudas y, aunque tengas derecho a réplica, ante
    la evidencia se torna inútil.
    Muy
 a grandes rasgos, ese es el contenido de las sesiones. Luego está la 
forma. Particularmente me he encontrado de
    todo, y siempre en consonancia al presupuesto y posibilidades de 
cada equipo. Repito, que nadie me malinterprete, hay de todo y yo soy de
 los que piensa que con un simple ordenador ya basta pero
    también los hay con salas acondicionadas con sofás, proyectores de 
última generación, puntero láser a colores para que el entrenador 
focalice el centro de atención, etc. Y porqué negarlo, todos
    sabemos que más de uno se ha quedado medio grogui en una sesión de 
éstas…
    A
 estas alturas nadie duda de que el vídeo es un punto de apoyo 
importante, no solo en las dinámicas profesionales
    sino que incluso en edades formativas resulta didáctico usado en su 
justa medida. Pero lo que no me parece tan adecuado es caer en la 
obsesión del juicio permanente a propios y extraños. Querer
    jugar a través del estudio del rival es una cosa de la que siempre 
he renegado porque, de alguna manera, centras tus energías en torpedear 
al adversario antes que adaptarte a la necesidad real
    del juego. Que el baloncesto es un juego de estrategia no lo voy a 
discutir, pero como amante declarado que soy de nuestro querido deporte,
 prefiero un juego desinhibido y sin corsés
    preestablecidos.
    Y
 ahora se acerca la Copa, y con ello multitud de montajes para los 
entrenadores ayudantes. Nadie se imagina la
    cantidad de horas que echarán delante del ordenador… Del pabellón al
 hotel, del hotel a la sala de video, de la sala de video al 
entrenamiento, vuelta al hotel, ¿dormir? No hay tiempo… ¡Mi más
    sincero reconocimiento a ellos!
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