Desde: TEAMBASKET
Por Borja Gonzalez de Mendoza
 
Un
 partido como la final olímpica admite numerosas lecturas y se puede ver
 repetidas veces para sacar jugo a cada acción. Es como los buenos 
libros, uno puede leerlos repetidas veces y aprender en cada una de 
ellas diferentes cosas.
En mi opinión la final de Londres resume o nos enseña el camino que sigue el baloncesto moderno. Quizás sea demasiado drástico en mis apreciaciones, aunque más que compartirlas me gustaría que sirvieran como una reflexión útil y aprovechable para los entrenadores de formación.
-La primera conclusión es que cada vez las posiciones tienen menos valor,
 están mucho menos delimitadas y con ello los roles.  Lo importante es 
cubrir las necesidades que reclame el juego y no conservar una 
estructura con base, dos alas y dos interiores.  Así USA juega sin pivots, pero puede jugar interior y España juega con dos 5, pero paradójicamente busca correr.
-La segunda es que las dos habilidades fundamentales en el baloncesto y que hacen a los jugadores diferentes en la técnica son la velocidad, tanto de ejecución como de percepción o la explosividad y  la visualización. 
 Aquellos jugadores que son capaces de atender a 3 focos al mismo tiempo
 y actuar con velocidad  se convierten automáticamente en diferentes.  
El problema es que muchas veces las dos habilidades pelean, porque la 
velocidad del juego y las acciones es cada vez mayor, y por tanto 
también lo es la dificultad para atender a distintos focos. ¿Cómo 
entrenamos esto? O mejor dicho. ¿Lo entrenamos?
-La tercera es que la táctica gana partidos en ausencia de talento, pero cuando esté existe la táctica no es importante y si lo es la estrategia. 
 La final fue un partido de jugadores, de acciones de talento y los 
entrenadores diseñaron una estrategia, porque la táctica no generaba 
problemas al rival. En este sentido pienso que para formar jugadores 
diferentes deberíamos dedicar mucho más tiempo al desarrollo del 
talento,  y no me refiero solo a la técnica individual tradicional, sino
 al trabajo de las dos habilidades de las que hablábamos anteriormente.
El debate entonces radica en ver si la 
metodología y los contenidos de nuestro trabajo de formación están 
actualizados o deberíamos revisarlos. En mi opinión tenemos que mejorar 
mucho. Los americanos nos lo han enseñado, el talento supera a la 
táctica y es por eso que han anotado más de 110 puntos de media con normas FIBA atacando todas las trampas defensivas que los distintos entrenadores proponían, algo que para nosotros era impensable.
 ¿Debemos revisar nuestro trabajo en formación?
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