sábado, 8 de febrero de 2020

JUGANDO A BALONCESTO EN LA PISTA DEL POLI DE FERNAN NUÑEZ


Buenos tiempos, buenos ratos...., hechamos en la Pista del Polideportivo Municipal de Fernán Núñez, jugando, “pachangueando” a BALONCESTO.


Para nosotros, fue todo un acontecimiento en materia de instalación deportiva, que hicieran esta pista de uso múltiple. Veníamos de jugar algo en la pista del Instituto, de “jugar” en la canasta que Justo tenía puesta en la fachada de su casa y en mi caso, de jugar a baloncesto en la Plaza del Palacio, cuyas ventanas con sus poyetes, hacían de “canastas”.

Era cosa de hecharle imaginación al asunto. En esta foto antigua de como estaba antes la plaza, se puede ver donde jugábamos a baloncesto, a ambos lados de la puerta de entrada del Palacio.


De aquí, pasamos a la citada “Canasta de Justo”. Donde se jugó mucho y donde también se fastidiaron muchos tobillos y piernas. Pues había que jugar en la calle con su correspondiente acerado y sus bordillos, con el peligro que esto conlleva de doblarte el tobillo. Y es que nuevamente recordar que, el aro estaba puesto en la pared de esta calle!!!!.

Después, pudimos jugar algo en la pista del Instituto de Bachillerato. Cuando podía ser y había suerte, podíamos entrar por alguna puerta y no había que saltarse la valla del recinto. Aquí fue la primera vez que descubrimos lo que era una canasta en condiciones, con su tablero, su aro...., y la pista con sus lineas pintadas.

A todo esto, tendríamos como 14 o 15 años.

Y...., hicieron el Polideportivo Municipal de Fernán Núñez. Que incluía una pista polivalente, donde se jugaba sobre todo a Fútbol Sala, Tenis y nosotros que eramos digamos los “últimos”, a Baloncesto.

Las canastas eran con tableros ¡trasparentes!, casi ná.

Aquí fue ya donde fuimos jugando regularmente, prácticamente todos los días, casi todas las mañanas nos juntábamos allí. El problema fue que teníamos unas “guerras” tremendas entre toda la gente que quería practicar su deporte en esta única pista. No había un horario definido de deportes. Pero bueno, así nos fuimos apañando.

Una pista donde en pleno invierno, era habitual jugar un partido de baloncesto y no ver de una canasta a la otra, por la niebla...., y no exagero. O que se nos quedaran heladas las manos y no poder ni abrocharte el chandal. El poli está en la parte alta del pueblo y allí pega el aire y el frío de aquella manera!!!.

Otro de los problemas que teníamos en aquellos años, era que no es como ahora, que cualquier niñ@ o chav@l, tiene un balón de baloncesto, antes no. En el poli había un clásico Mikasa, que el encargado del recinto tenía que dejarnos para poder jugar. Algo que también se traía sus cosillas....

Había veces, que estábamos deseando que llegara Juan Luis Hispan con su moto, porque se traía un Adidas que tenía muy bueno.

A todo esto, las “guerras” con los del futbito seguían. Yo tengo un “recuerdo” de aquello que me dejó marcado en mi cuerpo para toda la vida.

Los del baloncesto casi siempre eramos menos y cuando los otros llegaban que eran más numerosos, pues...., ¡no teníamos que quitar de en medio!. Y allá que teníamos que de nuevo trincar las canastas, con lo que pesaban con aquellas pesas de cemento y llevarlas de nuevo a las esquinas de la pista, para que no molestaran a los del futbito.

Una de aquellas veces, que quitamos las canastas de la pista y las pusimos en la equina de la misma, (donde seguimos jugando como podíamos, pues cuando llegaba cerca una jugada de los del futbito, nos teníamos que quitar), pues resulta que con el rabillo del ojo, vi llegar un balón de los del futbito a toda velocidad en busca mia y yo puse la mano para defenderme de el, con la mala suerte que me golpeo con una fuera tremenda en uno de los dedos de mi mano izquierda.

Eso me pasó un fin de semana y justo el lunes empezaba a trabajar en los albañiles y además derribando una casa. Imaginaros mi dedo como estaba y yo con un pico quitando un muro de los antiguos. Cada vez que golpeaba el muro, el dedo me pegaba un calanbrazo tremendo. Y seguí y seguí trabajando, el dedo hinchado y morado. Al cabo de un tiempo ya fui a Córdoba, al ambulatorio que hay en la entrada. Allí me lo estuvieron mirando y con el paso de los días, el dedo se me había ladeado. Trataron de corregirlo con una especie de canuto, pero nada. Cuando fui de nuevo, ya el médico me dijo que volviera con mi padre, pues la única solución era de operación.

Todo ese tiempo que estuve después del balonazo, había estado trabajando y haciendo mi vida “normal” con el dedo TOTALMENTE PARTIDO. Y...., se me quedó ya para siempre ladeado.


Pero vamos, en cuanto puede, volví a jugar a baloncesto en la pista del poli.


Esta foto está hecha allí en la pista del poli, donde está entre otros Antonio Cardador, uno de los mejores jugadores de baloncesto que ha dado Córdoba y provincia, también está Jose Maria Alcantara, de los mejores entrenadores, Rafa Ochoa, un habitual de las kedadas Basket Fernán Nuñez, que ahora por motivos de trabajo no puede ir.

Con el paso del tiempo y de los años, dejé de ir a jugar a baloncesto a la pista del poli, dejé el basket. Pero volví con 29 años, un Sábado 28 de Agosto de 1998, por la mañana, volví a jugar allí a BALONCESTO y por la tarde...., ¡ME CASE!.

Salud y Gracias
Paco Cañero
Fotos: Archivo

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