El partido de las estrellas
La coronación de Durant
Fotos: Getty Images |
Thor, el hijo del ‘Trueno’, reina en la NBA de hoy en día. Lo vivido en Orlando es la representación ideal de una guerra hegemónica entre poderosos superhombres, de los cuales salió victorioso Kevin Durant. Majestuoso MVP (36 puntos, 7 rebotes) de un partido fantástico (149-152 para el Oeste) en el que Kobe Bryant superó a Michael Jordan como máximo anotador de todos los tiempos en el All Star.
Hace ya 12 años que venimos al Fin de Semana de las Estrellas de la NBA y no podemos parar de decir que el concepto aquí en USA es diferente, muy diferente. Saben montar el espectáculo como nadie, vender el producto de una manera sideral. Desde los shows adheridos a la gran fiesta del basket, los conciertos, los pabellones, las animadoras, las ‘performances’ de las mascotas... Todo está medido perfectamente para que la experiencia sea única, difícil de olvidar. El All Star Weekend, ahora más que nunca, se basa en el partido del domingo, en la fiesta de los superhéroes del baloncesto mundial para los que participar es una muestra del estatus, de la pura elite. Significa no tocar más el suelo, vivir instalado en una constelación estelar exclusiva. Que empiece la fiesta...
Discotecón
En eso se convierte como un relámpago el nuevo Amway Center de Orlando (una obra de la arquitectura de otra galaxia), con Nicki Minaj abriendo el desenfreno con un concierto repleto de ritmo sobre el futurista escenario de presentación para ambas Conferencias. Muchos decibelios, espectáculo de luz y sonido en medio del cual aparece un Marc Gasol siempre tranquilo, con esa expresión noble de ‘yo sabía que esto me acabaría pasando’. Su saludo al respetable, una vez más, nos llena de orgullo patrio. La marcha la ponen los titulares del Este, que salen bailando desde una rampa bajo el escenario con LeBron y Howard (ovacionado en su casa, pero menos que Kobe) dirigiendo el cotarro. Mucha marcha. El show, como siempre, a la altura del acontecimiento.
Tres metros sobre el cielo
Da la sensación de que no tocan el suelo, de que llevan turboreactores en las piernas. Lo que se ve en cancha es canela fina en el aire. Al ‘Rey’ (36 tantos, 6 rechaces, 7 asistencias) le duele pronto la mano de tanto reventar el aro hacia abajo como si jugase al voleibol, acabando los alley oops de su fiel escudero Wade (24 puntos, 10 asistencias)...
... Más información en la revista GIGANTES.
YA EN TU QUIOSCO
FUENTE: WEB OFICIAL REVISTA GIGANTES
Discotecón
En eso se convierte como un relámpago el nuevo Amway Center de Orlando (una obra de la arquitectura de otra galaxia), con Nicki Minaj abriendo el desenfreno con un concierto repleto de ritmo sobre el futurista escenario de presentación para ambas Conferencias. Muchos decibelios, espectáculo de luz y sonido en medio del cual aparece un Marc Gasol siempre tranquilo, con esa expresión noble de ‘yo sabía que esto me acabaría pasando’. Su saludo al respetable, una vez más, nos llena de orgullo patrio. La marcha la ponen los titulares del Este, que salen bailando desde una rampa bajo el escenario con LeBron y Howard (ovacionado en su casa, pero menos que Kobe) dirigiendo el cotarro. Mucha marcha. El show, como siempre, a la altura del acontecimiento.
Tres metros sobre el cielo
Da la sensación de que no tocan el suelo, de que llevan turboreactores en las piernas. Lo que se ve en cancha es canela fina en el aire. Al ‘Rey’ (36 tantos, 6 rechaces, 7 asistencias) le duele pronto la mano de tanto reventar el aro hacia abajo como si jugase al voleibol, acabando los alley oops de su fiel escudero Wade (24 puntos, 10 asistencias)...
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