Sin
duda que uno de los días más felices de mi vida fue, cuando con 14
o 15 años, mi padre me llevó a la ciudad portuguesa de Elbas
en uno de esos viajes en Autobús que se organizaban para ir a
comprar, las toallas, el ajuar...
Pero
a mí me compró mi ¡primer balón de baloncesto!. Fue de la
marca Rucanor y aún lo conservo por ahí arriba en el
“granero” de mi casa. Sin embargo esta alegría me duró poco.
Porque a los pocos días se me pinchó, pues se me cayó encima de
uno de los rosales que había en los jardines de la Plaza de Armas
del Palacio Ducal.
Por
allí jugábamos a “baloncesto”, donde los poyetes de las
ventanas nos servían de improvisadas canastas.
*Al fondo se ve mi casa.
*Foto actual
Paco
Cañero
¡Pasión
por el Basket!.
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