El año de la ambición en Memphis de Marc Gasol.
20/10/2012
La eliminación en
primera ronda cerró la temporada de una manera un tanto extraña en
Memphis. Con un bloque consolidado, los Grizzlies intentará volver a dar
un paso adelante en su progresión. Y Marc Gasol, All-Star el pasado
año, buscará aumentar sus prestaciones y consolidarse como uno de los
dos o tres mejores pívots de la NBA.
CARMELO GUTIÉRREZ / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
La temporada acabó con una sensación agridulce en la tierra de Elvis. Los Grizzlies completaron un gran final de temporada regular y alcanzaron el cuarto puesto, que les garantizaba el factor campo en la primera eliminatoria de playoffs. Pero los de Lionel Hollins cayeron en primera ronda con Los Ángeles Clippers tras perder dos choques en su pista: el inaugural de la serie, después de sufrir una histórica remontada en contra en el último cuarto, y el que la cerraba, el séptimo, con otro bajonazo en el periodo decisivo.
Por lo tanto, la campaña que arranca a finales del mes de octubre sitúa a Memphis en una encrucijada: dar un paso adelante, consiguiendo superar la primera ronda de los playoffs, como ocurriese hace un par de años, o estancarse como un equipo que siempre aparece en la postemporada, pero que sabe que su techo es la primera eliminatoria, al estilo de los ocurrido en los últimos años con Atlanta Hawks. Un hecho que conduciría a la reconstrucción del equipo en dos o tres temporadas.
Pese a este agridulce final de temporada, Marc Gasol vivió su mejor temporada en su trayectoria profesional en la NBA: 14.6 puntos, 8.9 rebotes, 3.1 asistencias y 1.9 tapones. Y la competición le reconoció su buen hacer premiándole con su primera presencia en el All-Star como uno de los mejores pívots del Oeste. El internacional español mejoró en casi todos los registros estadísticos y se consolidó como uno de los mejores ‘5’ puros, una especie en peligro de extinción en la mejor liga del mundo.
De cara a la temporada que arranca en apenas unos días, el mediano de los hermanos Gasol tendrá como objetivo individual mantener la progresión ascendente lograda en la última campaña e incrementar su presencia en el juego ofensivo de su equipo (11 tiros por partido). Una ayuda fundamental en este apartado será la presencia la temporada completa de Zach Randolph, un jugador con el que el pívot español se complementa y entiende a las mil maravillas.
Un buen quinteto, ¿pero hay algo más?
Al igual que ocurre en Oklahoma, Memphis Grizzlies ha apostado por la continuidad en el bloque del pasado año, cuya línea básica cuenta con contrato para los próximos tres años. Lionel Hollins cuenta con un quinteto inicial muy determinado: Mike Conley, Tony Allen, Rudy Gay, Zach Randolph y Marc Gasol.
La fuerza del equipo volverá a estar en su pareja interior, la misma que les hizo rozar la gloria hace dos campañas, cuando llegaron al séptimo partido de las semifinales de la Conferencia este. Un dúo que les garantiza más de 35 puntos y casi 20 rebotes por encuentro, además de generar multitud de espacios en el perímetro.
Una parte exterior en la que Rudy Gay volverá a ser, una campaña más, el artillero del equipo. El alero, que se convertirá en el jugador mejor pagado de los Grizzlies la próxima temporada, acumula cinco temporada en torno a los 20 puntos por partido, aunque cuando el equipo ha llegado más lejos ha sido con él lesionados. Conley se ha convertido en un solvente base y Tony Allen afronta su último año de contrato, por lo que buscará tener una buena temporada que le garantice unas cuantas novias durante el verano.
Sobre el quinteto inicial no hay dudas. Pero al mirar el banquillo estas aparecen inmediatamente. Los Grizzlies han perdido a O.J.Mayo, que aportaba una docena de puntos desde el banco. Y aunque recuperan a Darrell Arthur, que se perdió la última campaña, los Ellington, Haddadi, Speights, Bayless…no se presentan como recambios de garantías ni como posibles ‘incursionistas’ en el cinco titular. La incorporación de ‘suplentes de lujo’ estaría supeditada al traspaso de alguna de sus estrellas, algo que no entra en los planes de la franquicia. Por ello, no será raro ver al cinco inicial cerca de los 40 minutos en la cancha.
Consolidado como un equipo de playoffs, Memphis tiene que elegir el camino a seguir: o conformarse con ello, con ser un bloque de primera ronda, o dar un salto cualitativo que les sitúe entre los tres o cuatro mejores de su conferencia. La ambición será la palabra clave este año en la cuna de Elvis.
La temporada acabó con una sensación agridulce en la tierra de Elvis. Los Grizzlies completaron un gran final de temporada regular y alcanzaron el cuarto puesto, que les garantizaba el factor campo en la primera eliminatoria de playoffs. Pero los de Lionel Hollins cayeron en primera ronda con Los Ángeles Clippers tras perder dos choques en su pista: el inaugural de la serie, después de sufrir una histórica remontada en contra en el último cuarto, y el que la cerraba, el séptimo, con otro bajonazo en el periodo decisivo.
Por lo tanto, la campaña que arranca a finales del mes de octubre sitúa a Memphis en una encrucijada: dar un paso adelante, consiguiendo superar la primera ronda de los playoffs, como ocurriese hace un par de años, o estancarse como un equipo que siempre aparece en la postemporada, pero que sabe que su techo es la primera eliminatoria, al estilo de los ocurrido en los últimos años con Atlanta Hawks. Un hecho que conduciría a la reconstrucción del equipo en dos o tres temporadas.
Pese a este agridulce final de temporada, Marc Gasol vivió su mejor temporada en su trayectoria profesional en la NBA: 14.6 puntos, 8.9 rebotes, 3.1 asistencias y 1.9 tapones. Y la competición le reconoció su buen hacer premiándole con su primera presencia en el All-Star como uno de los mejores pívots del Oeste. El internacional español mejoró en casi todos los registros estadísticos y se consolidó como uno de los mejores ‘5’ puros, una especie en peligro de extinción en la mejor liga del mundo.
De cara a la temporada que arranca en apenas unos días, el mediano de los hermanos Gasol tendrá como objetivo individual mantener la progresión ascendente lograda en la última campaña e incrementar su presencia en el juego ofensivo de su equipo (11 tiros por partido). Una ayuda fundamental en este apartado será la presencia la temporada completa de Zach Randolph, un jugador con el que el pívot español se complementa y entiende a las mil maravillas.
Un buen quinteto, ¿pero hay algo más?
Al igual que ocurre en Oklahoma, Memphis Grizzlies ha apostado por la continuidad en el bloque del pasado año, cuya línea básica cuenta con contrato para los próximos tres años. Lionel Hollins cuenta con un quinteto inicial muy determinado: Mike Conley, Tony Allen, Rudy Gay, Zach Randolph y Marc Gasol.
La fuerza del equipo volverá a estar en su pareja interior, la misma que les hizo rozar la gloria hace dos campañas, cuando llegaron al séptimo partido de las semifinales de la Conferencia este. Un dúo que les garantiza más de 35 puntos y casi 20 rebotes por encuentro, además de generar multitud de espacios en el perímetro.
Una parte exterior en la que Rudy Gay volverá a ser, una campaña más, el artillero del equipo. El alero, que se convertirá en el jugador mejor pagado de los Grizzlies la próxima temporada, acumula cinco temporada en torno a los 20 puntos por partido, aunque cuando el equipo ha llegado más lejos ha sido con él lesionados. Conley se ha convertido en un solvente base y Tony Allen afronta su último año de contrato, por lo que buscará tener una buena temporada que le garantice unas cuantas novias durante el verano.
Sobre el quinteto inicial no hay dudas. Pero al mirar el banquillo estas aparecen inmediatamente. Los Grizzlies han perdido a O.J.Mayo, que aportaba una docena de puntos desde el banco. Y aunque recuperan a Darrell Arthur, que se perdió la última campaña, los Ellington, Haddadi, Speights, Bayless…no se presentan como recambios de garantías ni como posibles ‘incursionistas’ en el cinco titular. La incorporación de ‘suplentes de lujo’ estaría supeditada al traspaso de alguna de sus estrellas, algo que no entra en los planes de la franquicia. Por ello, no será raro ver al cinco inicial cerca de los 40 minutos en la cancha.
Consolidado como un equipo de playoffs, Memphis tiene que elegir el camino a seguir: o conformarse con ello, con ser un bloque de primera ronda, o dar un salto cualitativo que les sitúe entre los tres o cuatro mejores de su conferencia. La ambición será la palabra clave este año en la cuna de Elvis.
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