Manual del Buen Filtrador
Por Joan Cerdà
Cualquier medio que se precie tiene sus fuentes. Las
exclusivas o te las filtra alguien o no te enteras de ellas. Luego está
la labor del mensajero, que da forma a la filtración y establece
sinergias emocionales o estratégicas con el filtrador.
Fuente y filtrador son, en el fondo, sinónimos. Fuente es una
palabra más neutra y amable. Presupone casi que te cuenta las cosas “gratis et amore Dei”. Filtrador suena un poco más sórdido pero es lo mismo. Es como en Marketing: prescribir es una buena práctica,
recomendar suena muy mal.
Lo acaecido estos últimos días es un buen ejemplo. Encestando se llevó el gato al agua con la publicación del dossier ACB-TVE.
En este caso el
filtrador fue amable y la web, que se apuntó un remarcable tanto,
vendió la situación con cierto optimismo. Un buen trabajo del filtrador
y, es una opinión personal, buen tratamiento del
tema por parte de Encestando.
En cierto modo me llegó a extrañar su optimismo porque mis
fuentes (mis últimos catorce años en la casa) no veían nada claros los
dos millones y medio de euros en “cash”. Al final se caen los dos y se queda sólo el medio. Encestando ya
ha tomado buena nota de ello.
El otro caso remarcable es El Contraataque. Allí se ha establecido otro tipo de sinergia: el filtrador quiere arrasar lo poco que queda de la
ACB. Toma como objetivo a un Presidente que manda muy poco. Parece ignorar el segundo filtrador que quienes mandan ahora en la ACB son Josean
Querejeta y Juan Carlos Sánchez, Caja Laboral y Real Madrid.
El filtrador tira por elevación contra Portela, contra Agustí, pensando que la ACB caerá como fruta madura. Se denuncian sueldos,
(por cierto, la Comisión Delegada conoce perfectamente lo que gana Portela)
amenazas, coerciones y se presenta a los clubes como rehenes del poder.
El
objetivo del filtrador: alcanzar el poder que se escapó al iniciarse
la revolución. Imagino que estas líneas generarán debate. Espero que
sea educado.
También me parece desafortunada la regañina de Portela a los clubes en la Asamblea, afeando al presunto filtrador. Los tiempos han cambiado y en el mundo digital las fugas
de información son ya irremediables en empresas y gobiernos.
No voy a jugar yo ahora a hacer de fuente/filtrador. Simplemente cabe señalar que en al ACB hay lucha por hacerse con el poder institucional y esta lucha atañe a los clubes
que la forman. Todo vale para conseguir los objetivos y denigrar a Portela es tan productivo que hasta parece tener desgravación fiscal.
Dentro de la ACB esta lucha se plasma con las alianzas que tejen algunos de sus ejecutivos con determinados clubes poderosos y con Endesa, la principal
fuente de ingresos. Estos ejecutivos (no todos) ya no piensan de la ACB.
Y del mismo modo que hay lucha por el poder olvidando (clubes y
ejecutivos) el primigenio sentido asociativo, algunos ejecutivos tejen
también sus alianzas para sobrevivir. Incluso les
beneficia que se hable de sus sueldos pues les hace aparecer como
víctimas del filtrador ya que la ACB, por más que algunos se empeñen, es una empresa privada formada por 18
accionistas: los clubes. Los sueldos son responsabilidad de dichos clubes.
Por lo que se refiere al contrato (versión oficial)
sólo el tiempo, nos permitirá evaluarlo adecuadamente. Si miramos el
panorama con
optimismo vamos a pensar que la ACB conseguirá monetizar los
espacios publicitarios y lograr estos cuatro millones de euros marcados
como objetivo. También los ingresos de Endesa serán ya limpios
una vez pagadas las comisiones legales pertinentes durante la pasada
temporada.
Si ponemos el prisma pesimista veo que la ACB sigue sin política de Comunicación y es un cero a la izquierda en los medios, tanto en papel como digitales. Consecuencia de
ello es que la ACB no vende su producto y no genera ilusión. No se habla de la competición, nadie de la ACB baja a la arena para combatir esta moda informativa
de la ACB “low cost”. Existe una magnífica web, top-ten mundial en el mundo del baloncesto, que no genera opinión ni sirve
como portavoz de la entidad. ¿Se conseguirán así las audiencias deseadas?
Para finalizar, y es una opinión muy personal, la verdadera prueba del algodón será la existencia de un nuevo ERE en la ACB. Me temo que en la
Asamblea se habló de esto también. ¿Nadie habló del millón de euros que cada temporada van a parar a estas entidades?
Lo triste será que volverán a pagar los trabajadores, que no
se tocará a ningún jefe y que nadie en las altas esferas va a tener la
decencia de rebajarse el sueldo. En la calle Iradier sólo
van aquedar habitados los despachos. Los espacios comunes pueden
quedar vacíos de forma grotesca. Si los clubes no reaccionan y recuperan
la unidad esto se va al garete. El Presidente
espera con los brazos abiertos, con un solo baloncesto, en la FEB.
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