martes, 6 de marzo de 2012

REVISTA GIGANTES DE ESTA SEMANA



Opinión

Columna por Paco Torres

El Bilbao merece ser grande en Europa

Por Paco Torres
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La hazaña deportiva de un equipo aumenta su grado en función de la valía de los rivales que quien la consuma tenga enfrente. Como quiera que lo conseguido por el Gescrap Bizkaia Bilbao Basket –acortaremos desde ahora– en el Top 16 de la Euroliga, clasificarse para el play off cuartos de final, es una hazaña en sí misma, ya que es un debutante en esta competición, habrá que buscar un término –¿les parece bien descomunal?– para calificar la que el Bilbao certificó el pasado jueves, ya que lo hizo por delante de equipos como el Real Madrid y el Unicaja. Hay que recordar que además de debutar en la Euroliga, el equipo de Fotis Katsikaris se enfrentaba en el grupo a tres equipos que la propia Euroliga tiene clasificados como ‘intocables’; esto es, los que por méritos pretéritos se han ganado una invitación por un tiempo determinado, queden como queden en las Ligas de sus países. Montepaschi, el compañero del Bilbao en el play off, Real Madrid y Unicaja tienen esa condición. Y tenían alguna más: la de favoritos por delante de los bilbaínos en las previsiones para el desenlace del grupo. Pues tampoco. El Bilbao pasó por encima de todas esas cosas y lo hizo además de una manera vibrante.
Las sucesivas gestas de apabullar al Real Madrid y de finiquitar en el último segundo al Montepaschi tenían que ser refrendada en Málaga. Y en Málaga lo hizo en unas circunstancias para nada favorables: ante un Unicaja del que muchos empiezan a dudar, con lo que tenía que dar la cara sí o sí porque le iban muchas cosas –menos la clasificación– en el envite, y hacerlo sin su base titular, el incisivo y vertical Aaron Jackson, que tanto tuvo que ver en el descalabro madridista en Miribilla.

Ganó en Málaga en un encuentro que se asemejaba mucho a un pulso tenso, sin concesiones, sin una alegría de más. El Gescrap llevó el partido al terreno del cuerpo a cuerpo, no volviendo nunca la cara y recuperándose tras cada canasta –fueron tan pocas que se mascaban– hasta que Raúl López, ¡otra vez él!, tomó el mando para llevar a su equipo hasta unas alturas europeas hasta ahora desconocidas para ellos. Estará el Bilbao entre los ocho mejores. Una hazaña descomunal.

Certificar el pase de los bilbaínos tenía el efecto de los vasos comunicantes para el Real Madrid: se quedaba fuera. Cuando esto sucedía en el Martín Carpena, en el PalaEstra de Siena restaban 3’ 46’’ de partido y el marcador era de 85 a 91 para el Real Madrid. No sé si se supo o no en el banquillo blanco lo que había pasado en Málaga y, de rebote, que no habría viajes a Moscú para ellos. Si lo supieron, tiene enorme mérito que los de Laso siguieran perseverando: de ahí hasta el final, un 5 -11 de parcial para certificar que es un gran equipo, capaz de meter 102 puntos en Italia, a uno de las mejores defensas de Europa y que su suerte, que al final dependía de un traspié ajeno, se la había jugado de verdad en los partidos que perdió –por tantos puntos además– en el Palacio ante los rivales del jueves y en Miribilla ante la sensación europea de la temporada.

Porque los bilbaínos son la sensación de la Europa baloncestística. Por dejar fuera del Top 16 al Caja Laboral, un asiduo a esa y otras fases posteriores, y por no permitir que llegaran a los cuartos a Real Madrid y Unicaja. Entre tantas emociones, quedaba el Barcelona, que a fuerza de hacerlo bien y no fallar nunca ha pasado más desapercibida otra hazaña, no tan vitoreada: que ha acabado invicto el Top 16, único equipo que lo ha logrado. Enorme el mérito del grupo de Xavi Pascual.

Y ahora toca pelear por un puesto en la F4 de Estambul. Los equipos de la Liga Endesa viajarán a Rusia, aunque con un matiz importante: el Barcelona lo hará a Kazan para enfrentarse al Unics con el ‘factor cancha’ a favor, y el Gescrap Bilbao lo hará a Moscú para hacerlo ante el CSKA con ese factor en contra. Ni que decir tiene que Barça y CSKA son los grandes favoritos, pero nada puede darse por sentado y menos en una competición tan dura como esta. Si nos hubiéramos atenido a la lógica de lo apriorístico, el Bilbao hace tiempo que se hubiera olvidado de Europa.

El Panathinaikos, actual campeón, se enfrentará, como líder de su grupo, al Maccabi en un enfrentamiento que se dio en la final de año pasado y que se adelanta tanto en éste, y el Montepaschi, favorito de la serie, al Olympiacos. De los ocho, sólo el Bilbao es novato, pero que nadie olvide a quién de los históricos ha dejado en el camino...
FUENTE: WEB OFICIAL REVISTA GIGANTES

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