Opinión
Columna por Paco Torres
El Bilbao merece ser grande en Europa
Por Paco Torres
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Las sucesivas gestas de apabullar al Real Madrid y de finiquitar en el último segundo al Montepaschi tenían que ser refrendada en Málaga. Y en Málaga lo hizo en unas circunstancias para nada favorables: ante un Unicaja del que muchos empiezan a dudar, con lo que tenía que dar la cara sí o sí porque le iban muchas cosas –menos la clasificación– en el envite, y hacerlo sin su base titular, el incisivo y vertical Aaron Jackson, que tanto tuvo que ver en el descalabro madridista en Miribilla.
Ganó en Málaga en un encuentro que se asemejaba mucho a un pulso tenso, sin concesiones, sin una alegría de más. El Gescrap llevó el partido al terreno del cuerpo a cuerpo, no volviendo nunca la cara y recuperándose tras cada canasta –fueron tan pocas que se mascaban– hasta que Raúl López, ¡otra vez él!, tomó el mando para llevar a su equipo hasta unas alturas europeas hasta ahora desconocidas para ellos. Estará el Bilbao entre los ocho mejores. Una hazaña descomunal.
Certificar el pase de los bilbaínos tenía el efecto de los vasos comunicantes para el Real Madrid: se quedaba fuera. Cuando esto sucedía en el Martín Carpena, en el PalaEstra de Siena restaban 3’ 46’’ de partido y el marcador era de 85 a 91 para el Real Madrid. No sé si se supo o no en el banquillo blanco lo que había pasado en Málaga y, de rebote, que no habría viajes a Moscú para ellos. Si lo supieron, tiene enorme mérito que los de Laso siguieran perseverando: de ahí hasta el final, un 5 -11 de parcial para certificar que es un gran equipo, capaz de meter 102 puntos en Italia, a uno de las mejores defensas de Europa y que su suerte, que al final dependía de un traspié ajeno, se la había jugado de verdad en los partidos que perdió –por tantos puntos además– en el Palacio ante los rivales del jueves y en Miribilla ante la sensación europea de la temporada.
Porque los bilbaínos son la sensación de la Europa baloncestística. Por dejar fuera del Top 16 al Caja Laboral, un asiduo a esa y otras fases posteriores, y por no permitir que llegaran a los cuartos a Real Madrid y Unicaja. Entre tantas emociones, quedaba el Barcelona, que a fuerza de hacerlo bien y no fallar nunca ha pasado más desapercibida otra hazaña, no tan vitoreada: que ha acabado invicto el Top 16, único equipo que lo ha logrado. Enorme el mérito del grupo de Xavi Pascual.
Y ahora toca pelear por un puesto en la F4 de Estambul. Los equipos de la Liga Endesa viajarán a Rusia, aunque con un matiz importante: el Barcelona lo hará a Kazan para enfrentarse al Unics con el ‘factor cancha’ a favor, y el Gescrap Bilbao lo hará a Moscú para hacerlo ante el CSKA con ese factor en contra. Ni que decir tiene que Barça y CSKA son los grandes favoritos, pero nada puede darse por sentado y menos en una competición tan dura como esta. Si nos hubiéramos atenido a la lógica de lo apriorístico, el Bilbao hace tiempo que se hubiera olvidado de Europa.
El Panathinaikos, actual campeón, se enfrentará, como líder de su grupo, al Maccabi en un enfrentamiento que se dio en la final de año pasado y que se adelanta tanto en éste, y el Montepaschi, favorito de la serie, al Olympiacos. De los ocho, sólo el Bilbao es novato, pero que nadie olvide a quién de los históricos ha dejado en el camino...
FUENTE: WEB OFICIAL REVISTA GIGANTES
Ganó en Málaga en un encuentro que se asemejaba mucho a un pulso tenso, sin concesiones, sin una alegría de más. El Gescrap llevó el partido al terreno del cuerpo a cuerpo, no volviendo nunca la cara y recuperándose tras cada canasta –fueron tan pocas que se mascaban– hasta que Raúl López, ¡otra vez él!, tomó el mando para llevar a su equipo hasta unas alturas europeas hasta ahora desconocidas para ellos. Estará el Bilbao entre los ocho mejores. Una hazaña descomunal.
Certificar el pase de los bilbaínos tenía el efecto de los vasos comunicantes para el Real Madrid: se quedaba fuera. Cuando esto sucedía en el Martín Carpena, en el PalaEstra de Siena restaban 3’ 46’’ de partido y el marcador era de 85 a 91 para el Real Madrid. No sé si se supo o no en el banquillo blanco lo que había pasado en Málaga y, de rebote, que no habría viajes a Moscú para ellos. Si lo supieron, tiene enorme mérito que los de Laso siguieran perseverando: de ahí hasta el final, un 5 -11 de parcial para certificar que es un gran equipo, capaz de meter 102 puntos en Italia, a uno de las mejores defensas de Europa y que su suerte, que al final dependía de un traspié ajeno, se la había jugado de verdad en los partidos que perdió –por tantos puntos además– en el Palacio ante los rivales del jueves y en Miribilla ante la sensación europea de la temporada.
Porque los bilbaínos son la sensación de la Europa baloncestística. Por dejar fuera del Top 16 al Caja Laboral, un asiduo a esa y otras fases posteriores, y por no permitir que llegaran a los cuartos a Real Madrid y Unicaja. Entre tantas emociones, quedaba el Barcelona, que a fuerza de hacerlo bien y no fallar nunca ha pasado más desapercibida otra hazaña, no tan vitoreada: que ha acabado invicto el Top 16, único equipo que lo ha logrado. Enorme el mérito del grupo de Xavi Pascual.
Y ahora toca pelear por un puesto en la F4 de Estambul. Los equipos de la Liga Endesa viajarán a Rusia, aunque con un matiz importante: el Barcelona lo hará a Kazan para enfrentarse al Unics con el ‘factor cancha’ a favor, y el Gescrap Bilbao lo hará a Moscú para hacerlo ante el CSKA con ese factor en contra. Ni que decir tiene que Barça y CSKA son los grandes favoritos, pero nada puede darse por sentado y menos en una competición tan dura como esta. Si nos hubiéramos atenido a la lógica de lo apriorístico, el Bilbao hace tiempo que se hubiera olvidado de Europa.
El Panathinaikos, actual campeón, se enfrentará, como líder de su grupo, al Maccabi en un enfrentamiento que se dio en la final de año pasado y que se adelanta tanto en éste, y el Montepaschi, favorito de la serie, al Olympiacos. De los ocho, sólo el Bilbao es novato, pero que nadie olvide a quién de los históricos ha dejado en el camino...
FUENTE: WEB OFICIAL REVISTA GIGANTES
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